Abortos: polémica en la Ciudad


Fijan en 12 semanas de gestación el plazo límite en que pueden realizarse en casos de violaciones o peligro de salud de la madre; críticas de la oposición y de la Iglesia

El gobierno porteño reglamentó el procedimiento para la práctica de abortos no punibles en el sistema público de salud, que se realizará hasta la semana 12 de gestación, lo que fue considerado por legisladores de la oposición un "grave retroceso" porque "restringe" la práctica en caso de jóvenes discapacitadas en las que el embarazo se detecta en estado avanzado.
Las críticas llegaron incluso desde la Iglesia. El arzobispo de Buenos Aires calificó de "lamentable" la decisión de la administración de Mauricio Macri, y reiteró que "el aborto nunca es una solución": "Percibimos una vez más que se avanza deliberadamente en limitar y eliminar el valor supremo de la vida e ignorar los derechos de los niños por nacer. Esta decisión [...] tiene consecuencias jurídicas, culturales y éticas porque las leyes configuran la cultura de los pueblos, y una legislación que no protege la vida favorece una «cultura de la muerte»".
La resolución 1252, publicada ayer en el Boletín Oficial porteño, fue firmada el jueves por el ministro de Salud, Jorge Lemus. Es respuesta al fallo del 13 de marzo, en el que la Corte fijó la interpretación de los incisos 1 y 2 del artículo 86 del Código Penal, en el sentido de que el aborto no es punible cuando el embarazo es producto de una violación, por lo que la interrupción de la gestación no está supeditada a un trámite judicial, y exhortó a las provincias y la ciudad de Buenos Aires a implementar protocolos hospitalarios para resolver sin dilaciones esos casos.
DECLARACIÓN JURADA
La resolución prevé la asistencia legal, psicológica y social de las mujeres, y fijó en la semana 12 de gestación el plazo máximo para la práctica del aborto en el sistema público. Ese límite es uno de los puntos más objetados por la oposición.
En los casos de embarazos producto de una violación, se estableció que deberá presentarse una declaración jurada en la que se manifieste que la gestación es producto de una violación. Se aclaró: "En caso de que la mujer o su representante legal, según corresponda, hayan realizado la denuncia, no es necesaria la presentación de la declaración jurada, debiendo adjuntar copia certificada de la denuncia a la historia clínica".
Según publicó la agencia DyN, las menores de 18 años y las declaradas incapaces por sentencia judicial "deberán ser oídas e informadas en el proceso de decisión, haciéndoles saber las consecuencias de la práctica y las alternativas existentes", y dispuso que en el proceso también participen "las personas que por ley ejerzan su representación legal".
Se especificó que para los casos de abortos no punibles cuando esté en riesgo la vida o la salud de la mujer embarazada, "debe ser diagnosticado por el profesional interviniente" y que el director del hospital deberá confirmar el diagnóstico y la procedencia de la práctica.
La presidenta de la Comisión de Mujer, Infancia, Adolescencia y Juventud de la Legislatura, María Elena Naddeo, consideró que constituye un "grave retroceso" y que se trata de "un instrumento para obstaculizar" la realización de abortos no punibles. Su par Laura García Tuñón, de Buenos Aires para Todos, sostuvo: "Este protocolo confirma la estrategia del macrismo de obstaculizar el derecho al aborto no punible".
Por su parte, el Arzobispado también está en contra, en un mensaje difundido ayer, lamentó la decisión. La reglamentación del procedimiento sobre los abortos no punibles generó la respuesta del cardenal primado, quien llamó a adoptar "medidas a favor del derecho a la vida".

"El aborto nunca es solución. Una legislación que no protege la vida favorece la cultura de la muerte."





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