Métodos abortivos y sus consecuencias físicas

El aborto es, por definición, la terminación del embarazo por causas naturales (denominado espontáneo) o, antes del sexto mes de gestación, de forma inducida. En el transcurso del sexto mes se lo denomina parto inmaduro y posterior a este, parto prematuro. Somos conscientes que no interesa el nombre que se le otorgue. Aborto es, en nuestro idioma, la terminación del parto, la eliminación, y por lo tanto, la muerte del bebé que se está desarrollando dentro de la madre.



Hay distintos métodos abortivos y cada uno de estos tiene sus correspondientes riesgos, que aumentan a medida que transcurre el embarazo.

 
La "píldora del día después"

Se utiliza antes del quinto día de gestación, causa una bomba hormonal que mata al óvulo recién fecundado.

Complicaciones de este procedimiento: patologías vasculares y cambios funcionales de los vasos sanguíneos si se utiliza más de dos veces por año.

Método por anticonceptivos hormonales

El aborto se lleva a cabo mediante la ingesta de píldoras abortivas y se emplea en los primeros días de gestación hasta, como máximo, cincuenta días después. Actúa causando la muerte del embrión al privarlo de la hormona progesterona (principal efecto de la píldora abortiva), la cual es vital para su desarrollo. El aborto se produce luego de varios días de dolor abdominal y contracciones provocadas por la ingesta de prostaglandinas. De esta manera, ocasiona la expulsión del feto.
Complicaciones de este procedimiento: grave infección bacteriológica que puede provocar la muerte de la madre. También, el feto puede sobrevivir y nacer con anormalidades físicas y mentales.

Método por inyección de fármacos

Similar al aborto por anticonceptivos hormonales, pero este ataca a las células que se están desarrollando en el embrión. Se lo priva de proteínas y del oxígeno necesario para su crecimiento y reproducción, debido a esto muere. Como en el caso anterior, se utiliza prostaglandinas para expulsar el feto.
Complicaciones de este procedimiento: graves infecciones bacteriológicas, que puede concluir en la muerte de la madre; y, en el caso de que el feto sobreviva, puede nacer con anormalidades físicas y mentales.
Método de succión

Consiste en cortar al embrión en varias partes (brazos, piernas, cabeza) y aspirarlo por medio de un tubo que está unido a una bomba. El único inconveniente es que la cabeza es muy grande y no puede ser succionada, por lo tanto, se extrae con una pinza. Este método se utiliza hasta la séptima semana de gestación.
Complicaciones de este procedimiento: infecciones, hemorragias, traumatismo renal, inflamación de la pelvis, perforación del útero con riesgo de extracción y, por lo tanto, esterilidad.
Método por dilatación y raspado (legrado)

Se emplea después de la decimoquinta semana de gestación cuando el feto es demasiado grande para extraerlo por succión. Se realiza a través de la dilatación cervical y la manipulación quirúrgica previa y, posteriormente, se ejecuta el método de succión. La persona que efectúa este método tiene que unir las partes del bebé para asegurarse de que extrajo todo y de que el útero esté vacío con el fin de evitar infecciones.

Complicaciones de este procedimiento: son los mismos que el método anterior más infección del tracto genital, laceración intestinal (desgarro), absceso pélvico (acumulación de pus) y tromboembolismo (obstrucción de una vena por un coágulo de sangre).
Método por envenenamiento salino

Consiste en extraer el líquido amniótico de la bolsa que contiene al feto y reemplazarlo por una solución salina concentrada, la cual provoca su deshidratación y hemorragia cerebral (y la de otros órganos). Doce horas después se lo mata y extrae como si se tratara de un parto normal. Este procedimiento se utiliza después de la semana 16º del embarazo.
Complicaciones de este procedimiento: embolismo pulmonar, posible ruptura del útero y formación de coágulos extravasculares.

 
Método por cesárea

Es exactamente igual a una cesárea normal pero con la diferencia de que se deja morir al bebé.
Complicaciones de este procedimiento: son las mismas que produce una cesárea normal. Dolor en la pelvis o en el abdomen derivado de los movimientos que las fibras cicatrizadas realizan sobre esta zona, náuseas, dolor y vómitos o embarazos interrumpidos.

 
Método por nacimiento parcial

Se realiza cuando el bebé se encuentra ya muy desarrollado y próximo a su nacimiento. Se dilata el cuello uterino y se extrae el cuerpo por los pies. Cuando el bebé tiene el cuerpo afuera y la cabeza se encuentra dentro del cuerpo de la madre, se atraviesa el cráneo con unas pinzas y se succiona la masa encefálica, causando así su muerte.
Complicaciones de este procedimiento: hemorragias, daño del útero y su posible extracción, esterilidad.

 
Método por inyección de fármacos

Similar al aborto por anticonceptivos hormonales, pero este ataca a las células que se están desarrollando en el embrión. Se lo priva de proteínas y del oxígeno necesario para su crecimiento y reproducción, debido a esto muere. Como en el caso anterior, se utiliza prostaglandinas para expulsar el feto.

Complicaciones de este procedimiento: graves infecciones bacteriológicas, que puede concluir en la muerte de la madre; y, en el caso de que el feto sobreviva, puede nacer con anormalidades físicas y mentales.

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